Las partes del Pollo
Conoce todas las partes del despiece del Pollo
La carne de pollo no solo es una de las más consumidas en nuestro país, sino también es una de las que menos grasas contiene, en concreto entre un 3% y un 10%. En líneas generales, el pollo cuenta con 113 kcal por cada 100 gramos. Cada español consume alrededor de 13,87 Kg al año. Eso sí, hay que tener en cuenta que la contribución calórica varía en función de la parte del pollo y si se cocinan al horno, fritos, a la plancha o rebozados.
El pollo es una carne muy versátil que se puede cocinar entero y despiezado según la receta que vayamos a cocinar. Pero, ¿Sabemos realmente en cuántas partes se divide el despiece del pollo y cómo se llaman esas partes?
Seguramente conozcas algunas por la experiencia en tu cocina y a la hora de hacer la compra, pero otras partes del despiece del pollo quizás aun no te resulten tan familiares.
A continuación, te mostramos cuáles son esas partes del pollo en las que se dividen a la hora de realizar el despiece.
Parte delantera del Pollo
En los cuartos delanteros se encuentran las carnes del pollo más reconocibles: como las pechugas y las alitas. El cuello y las crestas también se localizan en la parte delantera. Se utilizan en todo tipo de cocinados: fritos, asados, arroces, en fondos, etc.
También conocidas como alitas de pollo. Las cuales salen desde la base del hueso. En algunos países es en esta parte del pollo donde se le suele inyectar las hormonas para acelerar su crecimiento. Estas están divididas en tres falanges o partes, estas son: la blanqueta, el alón y la punta.
Las alitas de pollo se pueden cocinar entras o se pueden despiezar separando las falanges. Se suelen utilizar para freír, o para barbacoas. Están deliciosas en aperitivos y cenas y suelen ir acompañadas de distintas salsas.
La primera falange del ala de pollo es la más carnosa y es la que está situada más cerca de la pechuga.
La segunda falange del ala de pollo no contiene mucha carne, pero es generalmente más jugosa que el resto de las partes del ala.
Y la tercera falange del ala de pollo es la menos carnosa, acabada en punta, que además de freír o asar, se emplea también para caldos.
La pechuga del pollo está disponible deshuesada o sin deshuesar, con o sin piel. Se sirven enteras ya limpias o partidas por la mitad especialmente para cocer en guisos como el cocido.
Es la parte del pollo que más se suele consumir, principalmente para dietas hipocalóricas, ya que es la zona donde se acumula menos grasa de todas las partes pollo.
Los filetes de la pechuga se consiguen abriendo la pechuga por la mitad como si fuera un libro, la pechuga del pollo está disponible deshuesada o sin deshuesar, con o sin piel. Su preparación es muy diversa, puede cocinarse cortada en filetes para empanar o en filetes finos para cocinar a la plancha, rellenas…
Partes de Pollo: Pechuga con Ala
Se trata del cuarto delantero sin los huesos del tórax, con el hueso de la alita y la carne que la rodea, también puede encontrarse sin alita y sin piel. Se utiliza habitualmente en salteados o en asados.
Partes de Pollo: Cuello
Se le suele retirar la piel al completo. Se emplea de manera habitual en la realización de fondos. Junto el corazón, el hígado y la molleja forman parte de los denominados menudos de pollo.
Las crestas de gallo destacan por su tejido gelatinoso de lo más demandado (ternilla). El producto se sirve totalmente limpio. Junto el cuello, el corazón, el hígado y la molleja forman parte de los denominados menudos de pollo.
Parte trasera del Pollo
En los cuartos traseros se diferencian varios cortes, como ocurre con los cuartos delanteros, son de las carnes del pollo más reconocibles: muslos, contra muslos, cuartos traseros, muslitos o jamoncitos y el obispillo. Se utilizan en todo tipo de cocinados: fritos, asados, arroces, en fondos, etc.
Los muslitos de pollo o también llamado jamoncitos, están situados en la parte inferior de la pata por debajo de la articulación de la rodilla. Se suelen comer enteros y con piel. La mejor manera de sacarle provecho a su sabor es fritos, guisados o incluso para darle sabor a los arroces.
Formados por la parte superior de la pata por encima de la articulación de la rodilla. Es la parte más cercana al cuerpo del pollo y son muy carnosos. Suelen estar unidos al muslo, pero se pueden separar a la hora de cocinar. Al igual que el muslo, quedar genial en arroces, fritos o salteados.
Incluye los muslos (muslitos) una pata parte de la espalda o espinazo (contramuslos), un poco menos de una cuarta parte de la carne total del pollo. Una de las partes más sabrosas del pollo cuando se cocina a la por ejemplo a la barbacoa.
Los muslos del pollo se componen de dos partes, que son el contramuslo y el jamoncito. Los muslos de pollo se venden enteros para asar o partidos con o sin piel, ya limpios para guisar.
Partes de Pollo: Obispillo
El obispillo es la parte de la anatomía del pollo inmediatamente superior a la cola. Se trata de una pequeña porción de carne (en realidad son dos, dada la simetría bilateral de las aves), con forma de almendra y que aporta una textura, sabor y jugosidad excepcionales.
Partes de Pollo: Patas
Suelen emplearse para realizar caldos por la poca cantidad de carne que posee, aunque en ocasiones se emplean como complementos en frituras. En ocasiones para una dieta más saludable se le suele retirar la piel, se aderezan y posteriormente se asan en la parrilla.
Menudos de Pollo, vísceras
Refiere al conjunto de piezas donde se incluye el corazón, el hígado, el cuello, las crestas y la molleja del pollo.
Junto con el cuello, el corazón, los higaditos y las crestas de gallo, forman parte de los denominados menudos de pollo. Las mollejas de pollo se sirven enteras. Puedes cocinarlas guisadas o cocidas en un caldo.
Partes de Pollo: Corazón
Junto con el cuello, los higaditos, la molleja y las crestas de pollo, forman parte de los denominados menudos de pollo. Se pueden cocinar encebollados, al vino o incluso a la parrilla.
Ideales para cocinarlo guisado o a la plancha, se puede acompañar de verduras, arroz u otros alimentos. Junto con el cuello, el corazón y la molleja forman parte de los denominados menudos de pollo. Además de estar buenísimos, es una carne muy rica en hierro.
Carne de Pollo de primera calidad
Si queremos obtener un resultado excelente en la preparación de nuestros platos, con independencia de la parte del pollo que queramos cocinar, lo más recomendable es comprar carne de primera calidad. ¿Cómo podemos identificar una carne de pollo de calidad?
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- Color. Como siempre, el color de la carne es un indicador estupendo de su calidad. En el caso del pollo, tanto la carne blanca como la carne de corral, que tiene un color amarillo son de buena calidad, siendo esta la última la más óptima, ya que este color viene dado por su alimentación a base de maíz, más típico en pollos criados en granjas y en libertad. Si la pieza, por el contrario, presenta reflejos violetas o verdosos es síntoma de que no es fresca.
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- Textura. Las patas frescas presentan pequeñas escamas. Por lo demás, las piezas frescas de pollo se caracterizan por una piel lisa, tersa y no pegajosa.
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- Cuerpo del pollo. Si compramos el pollo entero, debemos fijarnos en que el cuello esté fuerte, sus muslos sean gruesos y redondeados y el ojo esté todavía brillante y poco hundido. En general, deberá presentar un color uniforme y sin manchas. De lo contrario, no estaríamos comprando carne fresca y de calidad.
Como has podido comprobar, el pollo es una carne que tiene diferentes partes y que se pueden cocinar de muy diversas formas. Además, contiene proteínas de alto valor biológico, vitaminas del tipo B y minerales como el Zinc o el Magnesio.
Descubre 7 importantes razones por las que no puede faltar el pollo en tu dieta habitual.
Muy i teresante el despiece y partes de las aves.