Croquetas de Pollo Caseras
Croquetas de pollo caseras, las más jugosas y sabrosas
Todos recordamos las croquetas de nuestra madre o nuestras abuelas, esas inolvidable croquetas caseras de pollo como las que hoy te proponemos. Si tenemos que destacar uno de los aperitivos más típicos y reconocidos de la cocina española, hay que hacer una parada obligada en las croquetas. Su tradición viene como la receta del aprovechamiento, ya que en esencia consiste en una bechamel mezclada con las sobras de carne que habitualmente pueden sobrarnos de los guisos, principalmente del cocido, y cubierta por una base fina y crujiente de pan rallado y huevo.
Si hay una tapa que a todos nos gusta son las croquetas, y cada persona tiene sus preferidas, ya sean las de su madre, las de su abuela o las del bar del barrio. En mi caso, casi puedo decir que me criado con ellas, ya que mi madre es una auténtica especialista en croquetas.
Estas croquetas de pollo caseras, súper jugosas y sabrosas están riquísimas, creo que son de mis favoritas (casi al mismo nivel que las de jamón). Se trata de una receta laboriosa porque hay que estar bastante tiempo removiendo la bechamel, pero a cambio obtendremos unas de las croquetas más tiernas en su interior que hayas probado, y por supuesto crujientes y doraditas por fuera. Son apetitosas, cremosas por dentro y crujientes por fuera.
Sé que muchos de vosotros no os atrevéis a cocinar croquetas por el temor a la bechamel, ya que tenéis miedo a que os queden grumos, no quede una salsa espesa o directamente, no os salga. Veréis que con esta receta no vais a tener problemas porque te vamos a enseñarte los trucos para que te quede perfecta para la masa de las croquetas, que sepas cuando está suficientemente densa pero que no te quede grumosa y eso requiere que tengas que estar un rato removiéndola constantemente.
Si tenéis niños en casa es también una tarea para irles inculcando el amor por la cocina. Organizando el trabajo en cadena, disfrutarán muchísimo amasando y rebozando.
Además las croquetas son una de las comidas preferidas de los peques, sé que muchas mamás las usáis para que coman alimentos que habitualmente no quieren comer nunca.
Si seguís el paso a paso de esta receta, obtendréis como resultado unas croquetas con una fina capa crujiente de pan rallado con una cremosa bechamel de pollo en su interior.
Ingredientes para nuestras croquetas de pollo (4 personas):
Para el relleno de las croquetas:
- 1 cebolleta fresca pequeña
- 250 g de pollo
- Sal
- Nuez moscada
- Un poquito de pimienta
- Aceite de oliva virgen extra
Para hacer la bechamel:
- 40 g de harina de trigo
- 500 ml de leche entera
- 40 g de mantequilla
- 1 pizca de nuez moscada
- Sal
- Pimienta negra
Ingredientes para el rebozado:
- 100 g. de pan rallado (si eres celiaco, pan rallado sin gluten)
- 3 huevos medianos
A la hora de comprar huevos conviene comprobar la fecha de envasado, que estén enteros, y que el tamaño que debe figurar en el envase sea el adecuado al uso que se les vaya a dar.
Preparación para la masa de las croquetas de Pollo Caseras:
Para el relleno podemos aprovechar un poco de pollo sobrante de algún asado o del cocido del día anterior.
Añadimos una cucharada de aceite de oliva virgen extra en una sartén. Cuando empiece a estar caliente, picamos finita la cebolleta troceada cogiendo la parte verde también y la añadimos a la sartén. Dejamos pochar a fuego medio hasta que esté transparente.
Desmenuzamos el pollo en trocitos pequeños, que no sean demasiado grandes y los añadimos a la sartén, cocinamos durante 10 minutos hasta que el esté hecho. Salpimentamos con un poquito de sal, pimienta y nuez moscada. Y reservamos.
Ahora vamos con la bechamel, esta es la claves de unas croquetas bien sabrosas.
En un cazo añadimos 500 g de leche y llevamos al fuego hasta que hierva. Retiramos entonces del fuego, quitamos la nata que se haya podido formar y reservamos.
En la misma sartén donde hemos hecho la pechuga de pollo, derretimos la mantequilla o margarina. Una vez derretida, añadimos el harina y tostamos durante 3 o 4 minutos, sin dejar de remover. Este paso es importante para que las croquetas no sepan a harina cruda. Debemos tener cuidado de no quemar la harina, también nos estropeará nuestra bechamel.
Añadimos la leche de golpe, no dejamos de remover hasta que la salsa bechamel comience a espesar. Si la queréis más espesa, podéis dejarla un par de minutos más.
Una vez hecha la bechamel, en frío, añadimos el relleno reservado (el pollo condimentado junto con la cebolleta ) y mezclamos bien. Removemos en círculos, para que quede una mezcla homogénea y sin grumos.
A continuación, engrasamos una fuente con mantequilla y espolvoreamos la base con harina. Con este truco evitaremos que se nos pegue la masa y después sea más fácil desprenderla.
Volcamos la masa en la fuente y cubrimos con papel film. Es importante que el papel film esté bien pegado a la masa para que esta no se reseque y cree costra, llevamos al frigorífico durante al menos 4 horas para que la masa enfríe y podamos trabajar mejor con ella posteriormente.
Cómo terminar nuestras croquetas de pollo caseras. Forma y rebozado
Como ya hemos mencionado, para que luego podamos trabajar la masa con facilidad, ésta necesita estar varias horas en frío, dentro de la nevera. Recomendamos dejarla hecha la víspera, para que se enfríe al menos durante 12 horas.
Transcurrido el tiempo la masa estará fría, para el rebozado de las croquetas, con la ayuda de dos cucharas podéis darle la forma tradicional más alargadas o también hacerlas redondas, ayudándote de las manos, como más os guste.
A continuación pasamos las croquetas por el huevo batido. Y después por pan rallado. Terminamos de dar forma con las manos y vamos dejando las croquetas en una fuente o un plato.
Otra opción es congelar las croquetas para otro día
Cubrimos la fuente con papel film y llevamos al congelador durante 5 horas, las croquetas estarán semi congeladas una vez que transcurra el tiempo. Las retiramos de la fuente y las ponemos en una bolsa de congelados. Las metemos de nuevo al congelador y reservamos hasta el momento que vayamos a freírlas.
Cuando hayas terminado de preparar todas, déjalas reposar de 30 minutos y 1 hora para conseguir que estén a temperatura ambiente y así evitar que se desmoronen al freírlas.
Presentación final de las croquetas de pollo
Ha llegado el momento de disfrutar de estas deliciosas croquetas de pollo. Ponemos en una sartén o cazuela abundante aceite de oliva y dejamos que esté bien caliente (el aceite tiene que estar muy caliente, pero sin que llegue a humear) para que las croquetas absorban el mínimo aceite y queden crujientes por fuera y cremosas por dentro. Freímos las croquetas de tres en tres o de cuatro en cuatro (depende del tamaño de tu sartén) para no enfriar demasiado el aceite y que se cocinen todas por igual.
Cuando las croquetas tomen un bonito color dorado, las retiramos de la sartén y las dejamos en un plato con papel absorbente, así parte del aceite se quedará en el papel y no quedarán grasosas, sino todo lo contrario: bien crujientes y cremosas.
Consejillos para cocinar con éxito tus croquetas de Pollo
Con las cantidades que hemos usado, saldrán de 15-20 croquetas, en función del tamaño que les deis.
Truco para freír tus croquetas caseras de pollo
La fritura de las croquetas es uno de los pasos más importantes.
En una sartén ponemos abundante aceite. Cuando esté el aceite bien caliente se añaden las croquetas con cuidado para que no nos salte el aceite y corramos el riesgo de quemarnos. Al principio el fuego debe ser alto, para que se dore el pan rallado de manera uniforme, así que hay que debemos ir dando vueltas con cuidado de que no se nos rompan.
Una vez que esté un poquito dorada por todos los lados podemos bajar el fuego, de esta manera se seguirá dorando pero a menos velocidad, calentándose la masa del interior.
Si dudáis de si no están hechas todavía, podéis pincharlas en el centro con suavidad y si traspasa sin dificultad la bechamel ha llegado el momento.
Estas croquetas caseras de pollo tal cual salen de la sartén están diciendo “cómeme”. Es un placer comerlas recién hechas, aunque templaditas no están nada mal, a mi particularmente es como más me gustan.
Verás que con nuestra receta te quedará una croqueta con un exterior súper crujiente y en su interior estarán jugosas y llenas de sabor.
Y a disfrutar de esta estupenda receta! 😀
Déjanos una reseña si te ha gustado la receta.






Buenísimas! La cantidad perfecta en todo! 🙂
Hola Cris, qué alegría nos da oír eso. Es importante el tema de las cantidades para que la masa sea súper jugosa. Una receta tan humilde y a la vez tan exquisita. Gracias por seguirnos y por tu apoyo.